En general, es muy sencillo darnos cuenta de cuándo necesitamos acudir a una consulta con un médico: algún dolor o malestar físico lo motiva, y simplemente levantamos el teléfono y solicitamos un turno.
La consulta con un psicólogo no resulta ser a veces tan fácil de realizar, por un lado por la connotación negativa que solía y suele tener todavía el acudir a un profesional de la salud mental, pero por otro lado porque puede dificultarse el reconocer los motivos que merecerían la realización de tal consulta.
Hay situaciones y momentos normales en la vida que requieren de estrategias y de herramientas de afrontamiento que hemos ido adquiriendo en el transcurso de nuestra experiencia vital, por ej. el pasaje de la niñez a la adolescencia, la elección de nuestra vocación, la entrada al mundo laboral, lograr un vínculo de pareja estable, la maternidad o paternidad, las separaciones, la entrada a la tercera edad, etc. Otras situaciones, en cambio, nos sorprenden por su imprevisibilidad y al ser novedosas, no encontramos la manera de resolverlas.
En general, poseemos las herramientas para poder atravesar estas situaciones, pero a veces, por alguna razón, nos sentimos paralizados, sin posibilidades de operar algún cambio, aunque reconocemos que el mismo es necesario, sumiéndonos en una sensación de callejón sin salida.
Toda situación crítica puede resolverse de manera de ser enriquecedora para nosotros, pero en ocasiones puede llegar a desembocar en una crisis o en una perpetuación del problema. Por ello, ante estas sensaciones de no tener salida frente a alguna problemática que nos aqueja, es conveniente consultar a un profesional psicólogo que colabore en liberar aquello que estaba trabado. Esta consulta no necesariamente implica el comienzo de un tratamiento prolongado, muchas veces alcanza con algunas entrevistas para lograr cierta sensación de mejoría.
Por último, es importante destacar que la resolución satisfactoria de las crisis por las que a veces atravesamos nos brindan anticuerpos para enfrentar situaciones similares en el futuro, y son mucho más llevaderas y menos traumáticas si podemos superarlas con ayuda profesional.
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